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La homofobia ha impedido que el estado paraguayo haya implementado campañas de prevención dirigidas a las personas más afectadas.
La homofobia ha impedido que el estado paraguayo haya implementado campañas de prevención dirigidas a las personas más afectadas. Hasta la fecha no se han implementado campañas de prevención dirigidas a varones gay desde el Estado, ni se han impulsado políticas públicas que enfrenten la discriminación, el maltrato y la exclusión social de varones gay y mujeres trans, agudizando su vulnerabilidad.
El discurso oficial sigue haciendo énfasis en mujeres y niños, lo que hace suponer que se prefiere hablar de vulnerabilidades “políticamente correctas”, cediendo a prejuicios homofóbicos, en lugar de basar sus políticas e intervenciones en ciencia y racionalidad. Como en toda Latinoamérica, la epidemia de VIH en Paraguay, afecta mayormente a los varones. Sin embargo, todas las políticas y campañas emprendidas hasta ahora, hacen énfasis únicamente en mujeres embarazadas. Los servicios de prevención, atención y tratamiento no son amigables para los varones y ejercen una alta discriminación contra gays y personas trans, las personas más afectadas por la
epidemia.
Es el momento de reducir a CERO las nuevas infecciones de VIH, de reducir a CERO los bebés nacidos con VIH y de reducir a CERO la homofobia y la discriminación. Hoy, a 30 años de la aparición del VIH, tenemos la tecnología y el conocimiento que hace esto posible. Sólo falta la voluntad política que aporte los recursos para estos objetivos.
Hoy más que nunca, tenemos que impulsar con más fuerza el reclamo de plena ciudadanía, de plena vigencia de los derechos humanos, de una sociedad que nos ayude a todos y todas a mantenernos saludables y felices.
Hoy Paraguay necesita más resultados y menos promesas. Es responsabilidad de nuestras autoridades hacerlo y nuestra responsabilidad exigirlo.