Noticias
Gustavo Pecoraro es un periodista, escritor y activista argentino. Es colaborador del suplemento “Soy” de Página/12, dirigido al colectivo LGBT, y co-conduce el programa “El Vahído” en FM La Tribu, también de la misma temática. Conversamos con él respecto a las conquistas del movimiento en Argentina y el mundo además del periodismo ejercido desde la propia voz LGBT.
¿Por qué los movimientos de izquierdas fueron históricamente más afines a las reivindicaciones LGBT?
Los movimientos sociales surgen en espacios que podríamos denominar como progresistas y tienen como expectativa cierta adherencia o cierta pertenencia a la izquierda. Esto históricamente ha sido así. No es que la izquierda involucra a los movimientos sociales sino que los movimientos sociales se ubican en un lugar como contrario a una sociedad, un estado, contrario a unas reglas. Bueno, la izquierda sería ese espacio de expectativas. Aunque no siempre es así, y tampoco tiene por qué serlo.
Eso fue originalmente. ¿En la actualidad eso se ha revertido o continúa siendo así?
Sí. Me parece que los movimientos sociales se han vuelto transversales por un lado y también los partidos políticos. Algunos partidos han sabido leer las demandas de los movimientos sociales y generar ciertas respuestas y herramientas para la articulación de estas demandas. Por supuesto, incluso en Argentina que ahora gobierna un partido de derecha, hay personas que pertenecen a ese partido y reivindican el aborto e incluso han votado por el matrimonio igualitario. La transversalidad de ciertas demandas, si bien algunas pueden llamarse hipócritas, la transversalidad ha hecho que los movimientos sociales hagan ruido. Por supuesto, hay movimientos sociales más ligados a la izquierda y que se mueven dentro del espacio de la izquierda. Pero hay otros que no.
Si bien la reivindicación nace desde un lugar, el sentimiento de los DDHH atañe a toda la sociedad. El acompañamiento, el apoyo, incluso el sostenimiento de la Memoria Verdad y Justicia está muy ligado a la izquierda, muy ligado al progresismo por llamarlo de alguna manera.
Lo mismo pasa por los derechos y las demandas del colectivo LGBT. Sí hubo una experiencia con la izquierda, pero también hubo una autocrítica hacia los partidos de izquierda en el sentido de que los mismos también reproducen el patriarcado al igual que los partidos de la derecha. Lo que pasa es que después, en los momentos donde el colectivo sale a pelear, el acompañamiento a veces es mucho más amplio y está visto que en la Argentina el apoyo a las demandas del colectivo fue realmente amplio y excedió a la izquierda desde todo punto de vista.
¿Este avance de partidos de derecha en América Latina representa algún desafío o algún reto para el colectivo LGBT?
Este es el debate que tenemos que dar para prepararnos. Siempre dije que todas las conquistas que tiene el colectivo son de momentos coyunturales y hay que sostenerlas. El colectivo LGBTI si bien avanza, su lucha siempre ha sido exigiendo y plantándose. En este tira y afloje, en Argentina, y en algunos otros países de la región, se ha logrado ciertas conquistas pero igual esas conquistas hay que sostenerlas.
Creo que el hecho de que el Papa sea argentino y un latinoamericano es una mala señal. Creo que hay una alianza internacional no declarada en leyes antiderechos del colectivo LGBTI con su cabecera en Rusia, pero también hay leyes y otras penalidades hacia personas gays, lesbianas o trans en países de África o en el Caribe inglés. Aquí en el continente americano es necesario como mínimo una discusión de cómo vamos a resistir las conquistas y avanzar y, en todo caso, cómo enfrentar estas cuestiones.
Mencionaba también cómo las denuncias de violaciones a los derechos de las personas LGBTI en Rusia están fuera de noticia y, sin embargo, la ley está tan vigente como cuando la aprobó Putin hace un año y medio o dos.
Ud es periodista también. ¿Ud. pudiera darnos brindarnos un panorama de cómo es la cobertura mediática en su país de la temática LGBTI. ¿Hay alguna homogeneidad? ¿Cómo ud. ve los medios tras bambalinas como periodista gay?
Bueno, primero en la Argentina hay un hecho inédito mundial que es que un diario de tirada nacional tiene un suplemento dirigido al colectivo LGBTI que es el suplemento “Soy” de Pagina/12, donde yo colaboro. Eso es algo que no existe en otro periódico de tirada nacional en el mundo. Esto tiene que ver también con los avances de nuestro colectivo por los derechos que hemos conquistado.
La discusión del matrimonio igualitario llevó a que surgieran debates en todos los medios de prensa. Se discutió en todos lados. Por supuesto todos los medios lo trataron. En un principio hubo distintas formas. Creo que la perseverancia de las voces de nuestro colectivo, que llevó adelante la campaña del matrimonio igualitario, ayudó a que se trabajara mejor el lenguaje, se empezara a escribir sin tanta estigmatización y sin tanta discriminación y burla.
Pero hemos vuelto con el tornado del conservadurismo en todo el mundo. Hemos vuelto de nuevo a la violencia de género, violencia homofóbica en los discursos, burlas y, desde todo punto de vista, proclamas muy estigmatizantes contra nuestro colectivo.
En los medios depende quién sea la voz que lo cuente. Por lo tanto, para mí es muy importante que haya espacios como el suplemento “Soy” o el propio programa de radio que yo co-conduzco, que se llama “El Vahído” de FM la Tribu, para que nuestra voz sea relatada en primera persona.