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La campaña es presentada en la semana internacional contra la homofobia, y busca ofrecer a las familias un nuevo enfoque para enfrentar la homofobia y proteger a sus hijos de ella.
SOMOSGAY lanza la campaña “¡SOY GAY! ¡MI FAMILIA ME AMA COMO SOY!”, en vía pública, lugares de reunión y una entrevista exclusiva en la revista paraguaya TVO. La campaña es presentada en la Semana Internacional Contra la Homofobia, y busca ofrecer a las familias un nuevo enfoque para enfrentar la homofobia y proteger a sus hijos de ella.
Es la primera vez que la homofobia es enfrentada en el seno de la familia paraguaya. Con esta campaña SOMOSGAY se presenta como organización comprometida con la erradicación de la homofobia en Paraguay y con la innovación constante en sus estrategias.
La familia es considerada como la base de la sociedad, ya que es el primer escenario de socialización, el lugar en el que aprendemos acerca de nuestra cultura, costumbres y reglas sociales.
El apoyo de nuestras familias es muy importante en los diferentes momentos de nuestra vida, durante los difíciles años de nuestra adolescencia y juventud. En el caso de los y las jóvenes gays y lesbianas, el apoyo de sus familias les ayudará a enfrentar a la homofobia aún muy marcada en nuestra sociedad.
Esta campaña presenta un paradigma más incluyente de familias, resaltando la importancia del amor y el cariño de los padres hacia sus hijos e hijas gays y lesbianas. La forma en que los padres o tutores responden a la orientación sexual de los jóvenes, influyen profundamente en la salud mental del niño como en la de un adulto.
Los padres aman a sus hijos y quieren lo mejor para ellos. Gracias a varios estudios, hoy pueden ver que las actitudes negativas hacia su orientación sexual exponen a los jóvenes a un riesgo extremadamente alto y otras en cambio son promotoras de su bienestar.Los padres que toman medidas para responder a sus hijos con ecuanimidad en lugar de rechazo pueden mejorar dramáticamente la salud mental de los jóvenes gays, lesbianas y heterosexuales.
La prohibición a los adolescentes de asociarse con sus pares gays, es tan perjudicial como ser golpeados físicamente o ser insultados por sus padres. Algunas prácticas como culpar a un joven por ser intimidado en la escuela, apartarlo de otros parientes o desvalorizar su apariencia para que se ajuste a las expectativas sociales, son considerados formas de rechazo homofóbico y por lo tanto deberían evitarse tomando en consideración la salud de los jóvenes.
El amor de las familias en definitiva, puede cambiar radicalmente las vidas de los gays y lesbianas, transformando así la sociedad en una más tolerante e inclusiva.