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El martes 25 de agosto, a las 10 de la mañana, Simón Cazal y otros representantes de la organización SOMOSGAY entregaron una carta solicitando al Ministerio de Salud Publica reconocer a la homofobia como un problema de salud pública y propone un acercamiento a esta Secretaría de Estado para desarrollar junto a ella estrategias que enfrenten las múltiples consecuencias de este problema en la salud de la población LGBT paraguaya.
El martes 25 de agosto, a las 10 de la mañana, Simón Cazal y otros representantes de la organización SOMOSGAY entregaron una carta solicitando al Ministerio de Salud Publica reconocer a la homofobia como un problema de salud pública y propone un acercamiento a esta Secretaría de Estado para desarrollar junto a ella estrategias que enfrenten las múltiples consecuencias de este problema en la salud de la población LGBT paraguaya. El organismo estatal se ha comprometido en responder a la misiva enviada, dando espacio a una reunión con el equipo de SOMOSGAY en los próximos días.
La homofobia es un problema de Salud Pública. Sus consecuencias en la población se manifiestan en diferentes áreas. Esta afirmación, sostenida por la OMS basada en estudios alrededor del mundo, llama a un plan de acción y compromiso más firme de parte de todos los Estados que conforman la ONU.
Las relaciones entre personas del mismo sexo son ilegales en 86 países, en siete de los cuales las condenan con la pena de muerte. Y, en muchos más lugares del mundo como Paraguay, aunque no están penalizadas están mal vistas y castigadas socialmente. Las situaciones de persecución crean condiciones desfavorables a la salud de las personas LGBT. “No sólo es poco ético no proteger a estos grupos, sino que además no hacerlo no tiene sentido desde una perspectiva sanitaria. Nos perjudica a todos”, ha declarado el Secretario General de la ONU, Ban Ki Moon.
La homofobia hace mella en un aspecto olvidado de la Salud Integral: la Salud Mental. La alta morbilidad de las personas no heterosexuales en el campo de la Salud Mental, es un dato que habla sobre el impacto desmedido de la homofobia en nuestro país. SOMOSGAY enfatiza la importancia de empezar a generar datos desde el rigor científico, de manera a dar una respuesta efectiva en esta área.
La homofobia crea condiciones sociales que hacen que el impacto del VIH sea mucho mayor entre los varones gays. Los estudios han demostrado que la prevalencia del VIH y del sida en nuestro colectivo es alrededor de 10% más alta que en la población general, aún con la gran cantidad de personas que desconocen su estado serológico. En el caso de las trans, los porcentajes suben aún más. Pese a estas cifras, en nuestro país se cumple la estadística de que los Servicios de Salud y los Programas de Prevención del virus sólo alcanzan a menos de un tercio de la población homosexual.
El acercamiento de SOMOSGAY al Ministerio de Salud Pública, surge a raíz del interés en ver incrementados los compromisos y recursos que se destinan a las personas homosexuales y transgénero en las Políticas de Salud Pública del gobierno paraguayo.
SOMOSGAY plantea que los planes e intervenciones de salud basados en una visión de enfrentar a una enfermedad, en lugar de prevenirla, necesitan ser cambiados. Asimismo, considera que la medicina preventiva y el enfoque en las etapas de la vida, proclamados en la plataforma eleccionaria de la Alianza Patriótica para el Cambio, es un paradigma que necesita ser implementado con mayor firmeza.
SOMOSGAY hace un llamado al Gobierno Paraguayo, representado en este caso en la Dra. Esperanza Martínez, a hacer suyos los objetivos principales del plan impulsado por la ONU. Estos objetivos son tres:
1. mejorar la situación legal y los derechos de los homosexuales y transexuales;
2. fortalecer y promocionar los programas sobre VIH en estos colectivos y
3. promover acuerdos que aseguren respuestas más eficaces para nosotros y nosotras, la ciudadanía LGBT.