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En SOMOSGAY lamentamos profundamente el repunte de transfeminicidios que estamos sufriendo en Paraguay. En menos de un mes, dos mujeres trans fueron asesinadas y hasta la fecha más de 60 transfeminicidios cometidos desde 1989 siguen impunes. Exigimos justicia inmediata para todos los crímenes a mujeres trans y que la protección y derechos de las mujeres trans sean prioridad para el Estado.


En este país las mujeres trans no son consideradas seres humanos con derechos por el Estado ni por gran parte de la sociedad.

 

La tapa del diario Popular en fecha 28 de septiembre insulta y ridiculiza a las mujeres trans en la persona de una importante activista trans paraguaya, en una condenable muestra de odio y transfobia teniendo en cuenta la ola de transfeminicidios que estamos viviendo. Así mismo, el mismo diario distorsiona los hechos ya que la Embajada de los EE.UU. aclaró públicamente en un comunicado que es a través de la representación diplomática de dicha nación, y no del gobierno nacional como da a entender el periódico, que la activista acudió a la OEA.

 

Estamos viviendo una época muy oscura en donde los mismos medios de comunicación instigan al odio, al crimen y la discriminación. El diario, también en tapa, fomenta la homofobia al ridiculizar a un jugador de fútbol. Más lamentable aún, en plena tapa, reproduce las declaraciones de una persona autodenominada “provida” en donde insta a quemar viva a la titular del Ministerio de la Mujer.

 

Expresamos nuestro repudio al diario Popular. Recordamos que el artículo 27 de nuestra Carta Magna expresa que no se admitirá la prensa carente de dirección responsable. Un medio de comunicación social nada menos que en su primera plana no puede contribuir a fomentar la transfobia, teniendo en cuenta la emergencia en que vive el colectivo trans en Paraguay, y mucho menos transmitir palabras que incitan al crimen.  Así mismo, el artículo 28 expresa que “Toda persona afectada por la difusión de una información falsa, distorsionada o ambigua tiene derecho a exigir su rectificación o su aclaración por el mismo medio y en las mismas condiciones que haya sido divulgada, sin perjuicio de los demás derechos compensatorios”.

 

El odio debe detenerse de manera urgente

 

Días atrás, el intendente de la ciudad de Encarnación, Luis Yd, en clara contravención a la Constitución Nacional y los tratados internacionales suscritos por el Paraguay, negó al colectivo LGBTI+ de la localidad el uso de un espacio público bajo el argumento de que la ciudad es “provida y profamilia”. Hacemos un llamado a nivel internacional esta violación a la naturaleza plural de la democracia, a los tratados de derechos humanos. El espacio público es para toda la ciudadanía y no puede ser privativo de un sector ideológico que a su vez predica el odio a otros seres humanos.

 

En menos de un mes lamentamos los asesinatos de Naomi y de Nikol a raíz del odio a la diversidad. Cabe resaltar que Nikol fue asesinada dos días antes de la marcha LGBTI+ en Encarnación, ciudad "provida y profamilia" ubicada a kilómetros su hogar.

 

El intendente de Encarnación se refirió a "valores que sustentan la familia como institución generadora de la vida". Con indignación entendemos que para personas como él y para medios de comunicación como el Popular tanto la vida como los espacios públicos y los derechos son excluyentes: que las personas LGBTI+ somos seres de menor categoría, ni siquiera humanos, por lo que los asesinatos de las mujeres trans no les importan y hasta transmiten expresiones que incitan al crimen.

 

Exigimos políticas urgentes para detener los crímenes de odio en especial hacia las mujeres trans.

 

Instamos a las autoridades nacionales el cumplimiento de la Constitución Nacional, los tratados internacionales y las leyes y les recordamos que son servidores públicos, es decir, de toda la ciudadanía.

 

Reiteramos nuestro repudio al diario Popular resaltando que como medio de comunicación posee una responsabilidad social para con la ciudadanía y con la democracia y que por lo tanto también está sujeto a las leyes del país.  

 

Vivimos en una república y un Estado de derecho en el siglo XXI y no podemos permitir más odio e intolerancia de parte de sectores fundamentalistas, autoritarios, retrógradas y antiderechos. Mujeres trans están muriendo en cada vez mayor medida a causa de ellos así como también está pereciendo nuestra democracia.

 

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