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SOMOSGAY convoca a toda la ciudadanía a respetar el proceso democrático recordando una vez más que el Paraguay es un Estado laico que suscribió a numerosos tratados internacionales para la protección de los Derechos Humanos de todas y todos sus habitantes sin ningún tipo de distinción.
Condenamos las declaraciones y el pedido de las Iglesias Evangélicas de no votar a los candidatos que estuvieran a favor del aborto y del matrimonio igualitario, ya que consideramos que estos sectores fundamentalistas intentan manipular el voto de los paraguayos y las paraguayas con un discurso de odio con una clara intención electoralista. Este discurso de segregación no tiene lugar en la construcción de una sociedad justa, democrática, diversa e igualitaria.
Recordamos los acontecimientos de hace más de un año, en los que activistas por los derechos de las personas LGBT fueron brutalmente reprimidos en el marco de la 44a Asamblea de la OEA, luego de que organizaciones que se hacen llamar “pro-vida”, las mismas que vuelven a convocar al odio para emitir el voto este domingo, persuadieron a las fuerzas del orden de actuar con violencia.
El acercamiento a la parte más reaccionaria de la Iglesia Católica habla de una validación de esta última de las políticas del gobierno nacional. Pero no se puede felicitar a quien insiste en discriminar, perseguir y violentar a sus conciudadanos y principalmente conciudadanas. No se puede felicitar a un país que permite que sus niñas sean violadas y sus mujeres sean asesinadas.Todas nuestras vidas y nuestras familias también importan.
Un gobierno en Paraguay podrá decir que defiende la vida y las familias el día que otorgue igual dignidad a todas la vidas y elimine todas las formas de discriminación hacia todos sus habitantes y todas sus familias.
En un momento crítico en el que el machismo y la homofobia siguen cobrando vidas a diario, consideramos que es indispensable llamar a una reflexión de profunda crítica hacia esas prácticas, recordando que prácticas similares han sido utilizadas en el pasado reciente para justificar los crímenes de lesa humanidad que el Estado Paraguayo cometió en contra de su propia ciudadanía. Felicitar a quien celebra una dictadura es atentar contra la dignidad de todo un pueblo que ha sido víctima de ella.
Creemos que el odio nunca puede ser admitido como argumento válido en la discusión política, por lo que festejaremos el día en que más sectores políticos, incluído el propio Partido Colorado, se empiecen a mostrar más respetuosos de los Derechos Humanos y de la igualdad de todas las personas.
¡Por un Paraguay unido en la igualdad!
