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Desde SOMOSGAY condenamos enérgicamente el irrespetuoso y desproporcional ataque del exfutbolista al Embajador del Reino Unido Matthew Hedges, diplomático quien lleva realizando una destacada labor a favor de los derechos humanos en el país, mientras que el deportista retirado, no solo despliega homofobia sino, además, se posiciona a favor de nefastos personajes contrarios a los derechos humanos como el canciller Loizaga y todos los responsables de la injusticia del caso de Curuguaty, en contra de las familias campesinas de nuestro país.
Expresamos nuestro mayor repudio a los insultos que Chilavert dirigió al Embajador y le recordamos que:
● El 17 de mayo de 1990 la Organización Mundial de la Salud (OMS) eliminó la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales como resultado de décadas de investigaciones científicas rigurosas en psicología. Así, además de ofensivo y violento, es sumamente bochornosa esta exhibición pública y petulante de ignorancia. Por desgracia, el éxito pasado en un deporte no confiere educación, respeto ni humanidad. Lo “anormal” en el siglo 21 es la homofobia, creer que existen personas de menor categoría por su sola orientación sexual, despreciarlas y señalarlas.
● El exastro paraguayo pasa la mayor parte de su tiempo en la generosa y ejemplar República Argentina, pionera en la implementación del matrimonio igualitario y la ley de identidad de género, país en donde, pese a sus dificultades, no existen ciudadanos ni familias de segunda ante la ley. Argentina es un país modelo que acoge a numerosos paraguayos, LGBTIQ+, del campesinado, de escasos recursos y en situación de desigualdad, en busca de un mejor futuro; y es en este mismo país, tan avanzado en legislación y derechos, donde el futbolista logró su posicionamiento y mayor parte del éxito deportivo.
Chilavert se autodenomina “patriota”; no obstante, no tolera un simple tuit que destaca la belleza de la sonrisa de un campesino paraguayo libre. No tolera la libertad tras una parodia de juicio, por lo absurdo e injusto. No tolera una causa nacional como la de Curuguaty que conmovió al mundo entero, llegando a llamar la atención de las mismas Naciones Unidas. ¿Se atreverá el futbolista a reclamar la expulsión de la Unión Europea y las Naciones Unidas también? ¿Ofenderá de la misma manera que ofendió al Embajador Hedges a las incontables organizaciones, gremios y personalidades nacionales e internacionales que se expresaron sobre el caso?
Con sus palabras, el deportista defiende nada menos que la postura del estronismo del cual uno de los exponentes es el canciller Loizaga, de los intereses corporativistas, de las grandes fortunas malhabidas del país que por décadas ejecutaron, desaparecieron, persiguieron y calumniaron al campesinado. No hay nada de “patriota” en sostener la misma postura que la de actores de una dictadura cuyos crímenes están impunes a la fecha, de oligarcas que se apropiaron de tierras públicas para la reforma agraria contra uno de los sectores históricamente más vulnerados, oprimidos y violentados como lo son las campesinas y los campesinos del país.
Por último, desde nuestra organización lamentamos profundamente que nuestra imagen como paraguayas y paraguayos en el mundo se vea afectada por el actuar homofóbico, retrógrada, ofensivo, violento e ignorante de Chilavert.
Nuestro país es conocido a nivel mundial por muchas y muchos gracias al futbolista, no obstante, en Paraguay hay otras personas, varias de ellas LGBTIQ+ y del campesinado, sobresalientes, más dignas de atención, ejemplos de lucha por los derechos humanos para todas las personas y todas las familias.