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“El significado de las palabras y el sentido de las preposiciones está en su uso en el lenguaje”. Ludwig Wittgenstein*
En la primera parte de este artículo se explicaron algunos conceptos básicos referidos a la comunidad LGBT, además de expresar el porqué es tan importante que el lenguaje evolucione para mantenerse vivo.
Existe una manera alternativa de reflexionar, reconocer y utilizar las palabras. Nuestro lenguaje no solo referencia la realidad que vivimos sino que está cargado de creencias e ideología que pasan desapercibidas en el día a día. Lo que decimos no solo expresa lo que vemos y pensamos, también señala lo que no vemos y no percibimos, es decir, eso que tenemos tan intensamente arraigado que el simple hecho de plantearnos repensar el lenguaje nos resulte incómodo y, muchas veces innecesario. Como cuando decimos “no seas nena”, “hacelo como macho” y otras expresiones más que demuestran lo interiorizado que tenemos cierto tipo de educación en la que el lenguaje es la manifestación concreta de ello.
A pesar de esto, existe en cada uno de nosotros la posibilidad de hacer una retrospectiva sobre lo que decimos y escoger formas más inclusivas de referirnos sin crear invisibilización y exclusión.
Muchas personas piensan que no es necesario si no hay mala intención, como los famosos comentarios “es broma nomás” o “digo nomás, no es que piense así”, pero hay que entender que aquello que nos cuesta reconocer como algo malo del lenguaje, como un vicio expresivo, opera desde lo colectivo, debemos empezar a erradicarlo.
En materia LGBT, el lenguaje es un lugar de reivindicación.
La pereza en reconocer la necesidad de una modificación del lenguaje se corresponde con la insensibilidad o desconocimiento que tenemos a nivel de pensamiento; es muy subjetivo pensar que algo no es necesario por el simple hecho de ser atípico, por eso se busca la elección de ciertas palabras más apropiadas cada vez que alguien se refiera a la cuestión LGBT antes que otras, que ya deberían ser descartadas por no ser abarcativas o por su acepción a lo negativo.
En el Manual LGBT Paraguayo, publicado por SOMOSGAY en el 2014 se indica que muchos estudios han demostrado que el uso de ciertas palabras influye mucho en la vida pública de las personas, especialmente cuando se trata de grupos de personas. Las palabras difamatorias envían el mensaje de que la persona gay, lesbiana, bi o trans merece menos respeto que otra. Por ello, se agradece el uso, cuando sea posible, de palabras que no impliquen prejuicio y discriminación.
En conclusión
En los últimos tiempos nos hemos topado con artículos periodísticos, reportajes, notas, de comunicadores que deberían estar expresándose con la verdad y en términos adecuados sobre la comunidad LGBT, sin embargo, al observar este simple cuadro, se puede ver cómo se están mal utilizando los términos y esto hace que se perpetúen ciertos estigmas sobre las personas gays, lesbianas, bi, trans, etc., y es algo que está MAL. Principalmente porque el resto de las personas con menos preparación cree que está bien usar tal o cual término y lo repiten hasta el hartazgo, mantienen un modelo erróneo de lenguaje inclusivo y, antes que ser integrador perpetúa la discriminación.
Esto también va para los educadores. Los niños y jóvenes aprenden lo que estos les enseñen, más allá de lo que les enseñen —o no— sus padres, las escuelas tienen la obligación de aportar conocimiento lo más acertado posible, si los modelos de enseñanza se mantienen desactualizados el bullying y la discriminación van a seguir existiendo al no haber una explicación adecuada al respecto. No hablar del tema es invisibilizarlo, es negar que puedan existir alumnos y alumnas que pertenezcan a la comunidad LGBT y, una vez más, esto está MAL.
Seamos integradores, tomémonos el tiempo de mirar hacia nuestro propio lenguaje, nuestras propias expresiones y corrijámoslo, eduquémonos para poder educar a los demás y así entender que este tema merece un poco de indagación antes de ser refutado sin ser comprendido. La dignidad humana se reconoce por la resistencia y la transformación del pensamiento.
*Ludwig Wittgenstein fue un filósofo, matemático, lingüista y lógico austriaco. Es considerado en la actualidad como uno de los filósofos más originales e influyentes del siglo XX. Uno de sus primeros aportes se remite a la idea de que los límites de un lenguaje son los límites de un mundo, es decir, aquello que comparten el mundo, el lenguaje y el pensamiento es la forma lógica gracias a la cual podemos hacer figuras del mundo para describirlo.