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En los papeles, los 193 países que integran la Organización de las Naciones Unidas (ONU) tienen como objetivo poner fin a la epidemia de VIH. Esta sería la ambiciosa meta para el año 2030 por la que se reúne a representantes de todos estos países en la Reunión de Alto Nivel en VIH (HLM) que se realiza hasta el viernes 10 de Junio en Nueva York.


Las metas 90-90-90, que se siguen extendiendo por el tiempo, estipulan reducir las nuevas infecciones de 2 millones por año a menos de 500.000, reducir las muertes relacionadas con el VIH de 1,2 millones a menos de 500.000 y eliminar la discriminación, a tiempo de aumentar los recursos destinados a la respuesta al VIH de 19.000 millones a 26.000 millones de dólares anuales.

 

Sin embargo, y en un retroceso que señalamos como alarmante, es la postura de algunos de estos Estados Miembros la que parece proponernos otra cosa ya que de un plumazo nosotros, los actores cotidianos, los que hemos puesto el cuerpo -y la vida en muchos casos-, los que en algunos de nuestros países de orígen somos los más excluidos, los que la pasamos peor en años anteriores, seguimos siendo negados como interlocutores, se tapa nuestra praxis política. En una idea clara: se nos invisibiliza, relegándonos a una frase en el mejor de los casos, y en otros directamente a ninguna.

 

En la redacción del borrador de la Declaración Política de esta HLM, la presión de países como Rusia, India e Indonesia (países donde se criminaliza al colectivo LGBT) ha relegado a un mínimo lugar las referencias a los hombres gays y otros hombres que tienen sexo con hombres, y directamente ha borrado cualquier referencia a la población trans, usuaria de drogas y de trabajadoras sexuales.

 

Los miembros de GayLatino que están asistiendo a esas reuniones previas, intentando cambiar la redacción del documento, alertan sobre el protagonismo de estos países en la invisibilización de las poblaciones clave y sobre el silencio cómplice de algunos países en otros tiempos considerados aliados, así como el completo desinterés de algunos otros.

La intención de GayLatino fue abrir el documento a revisiones para cambiarlo, mejorarlo. Hacerlo de todas las poblaciones clave, como fue en los últimos años.

 

Lamentamos el desacuerdo de estos Estados sobre romper el silencio en la ONU y que esto posibilite la apertura de la discusión. Escenificando un consenso del pánico sobre la identidad de gays, lesbianas, trans, trabajadoras sexuales y usuarios de drogas, nuestra red lamenta la exclusión de nuestras comunidades en estos acuerdos diplomáticos, ignorando la relevancia histórica que hemos tenido como cuerpos políticos en las respuestas más contundentes al VIH en todo el mundo.

 

Desde Nueva York, el argentino Javier Hourcade Bellocq, representante regional de International HIV/AIDS Alliance y miembro de GayLatino, comenta que "la primera y única vez que se harán referencia a las poblaciones por su nombre y apellido es en un texto enredado y pernicioso que nos presenta como poblaciones que tienen un determinado números de veces de recibir el virus respecto de la población de general”.

 

 

El Párrafo 42 de la propuesta de Declaración Política menciona:

"(...) Alarmados por el lento progreso en reducir la infección en mujeres, niñas, migrantes y poblaciones clave, que las evidencias de la epidemia muestran globalmente un mayor riesgo de VIH, especialmente para personas que usan drogas, quienes tienen 24 veces más chances de riesgo al VIH comparado con adultos de población general, las mujeres trabajadoras sexuales que tienen 10 veces más chances de adquirir el VIH, los hombres que tienen sexo con otros hombres que tienen 24 veces más chances de adquirir VIH, las mujeres trans que tienen 49 chances de vivir con VIH y personas privadas de la libertad que tienen 5 veces más chances de adquirir el VIH que la población general".

 

“Así las Naciones Unidas, para acomodar las necesidades y expectativas de los Estados más fundamentalistas, fanáticos y violentos, está dispuesta sólo a nombrar a las poblaciones clave desdibujadas, ubicando a nuestras comunidades sólo en el lugar de riesgo y transmisión”, añade el compañero de Argentina.

 

GayLatino considera que estas alarmantes referencias sobre las personas “en mayor riesgo” y otras “que se presume que viven o están afectadas por el VIH”, con prevalencias estimadas desde 200% a 500% más altas que en la población general, invisibilizan a los hombres gay al no ser nombrados explícitamente fuera del marco de riesgo, como sujetos de derechos sobre todo en Centro y Latinoamérica pero también en el resto del mundo.

 

A lo que no se lo nombra no se le aplica importancia política. O lo que es lo mismo: ignora políticas públicas específicas para estas comunidades.

 

 

Países tan poderosos e influyentes como Estados Unidos no están por la labor de ceder y reabrir el documento para mejorarlo. La representante estadounidense ha expresado que “no hará caso a la presión de algunos activistas para romper el silencio, creemos que esto va a ser dañino para el proceso que estamos construyendo y en la diplomacia no queda bien venir a una reunión y no tener una Declaración Política".

 

Esta situación peligrosa exige una vez más el involucramiento de nuestro espíritu activista más terrenal. Deben escuchar nuestra voz.

 

En la Asamblea General de la ONU coexisten los países en que el colectivo LGBT logra avances legales y de derechos y también aquellos donde existen leyes y políticas que criminalizan las relaciones entre personas del mismo sexo, o donde las personas viviendo con VIH son relegadas al más bajo estado social y humano, considerándolas parias de la sociedad.

Debemos redoblar nuestra denuncia. Hay una correlación entre el cercenamiento de derechos humanos y la exclusión. Nuestra voz militante debe resonar fuerte. Es difícil pero no imposible.

En unas horas más, miembros de GayLatino y otros grupos activistas de Latinoamérica se sumarán a una movilización de emergencia frente a las Naciones Unidas en protesta al silencio que sigue criminalizando y dejando atrás a comunidades enteras y miles de gays y mujeres trans alrededor del mundo. 

 

“Llevaremos en alto nuestros reclamos, banderas y carteles que reflejarán nuestra preocupación, molestia rabia absoluta sobre esta situación” mencionó Sergio López, activista de SOMOSGAY en Paraguay. “Creemos que la evidencia y la garantía de derechos humanos se puede extender a todas las respuestas a la epidemia -pero sólo si nuestros representantes y Estados están dispuestos a trabajar con nosotros y a levantar la voz ante la exclusión. Ya no tenemos tiempo para juegos políticos mientras que nuestra gente sigue muriendo”.

 

Una vez más, son nuestros cuerpos los campos de batalla dispuestos a no dejarnos vencer. El activismo de la respuesta al VIH nuevamente al frente del reclamo: como años atrás reclamando medicación y tratamiento, hoy exigiendo que no se nos deje atrás. Rompamos el silencio. No dejemos a nadie atrás. Esta vez, de verdad.

 

Más información: contacto@gay-latino.org #HLM2016AIDS #wearetheepidemic

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