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El sábado 9 de julio, en la Plaza de la Libertad, plaza pública asuncena de resistencia histórica LGBT, se celebró por séptimo año consecutivo la Parada de la Igualdad, organizada por SOMOSGAY, Lesvos y la Federación Paraguaya LGBT, con el apoyo de Amnistía Internacional Paraguay y de distintas organizaciones y movimientos sociales.


Parada. ¿Si o no?

Es sabido que la Parada del orgullo es uno de los eventos más cuestionados a la comunidad LGBT, y esa realidad no es coincidencia, ya que es el evento que nos representa como lesbianas, gays, bisexuales y trans (y aliados, aliadas). Pecadores y enfermos, para quienes expresan su desacuerdo y malestar hacia la comunidad LGBT y nuestras reivindicaciones.

 

 

Expresar pública y libremente quien uno es, debería ser simple, normal en un estado que ampara en su constitución la igualdad de derechos de todos sus habitantes, como también la libre formación de la imagen y personalidad. Pero no es así. Para algunos ser uno mismo es una rutina, mientras que para otros es una potencial causa de expresiones de violencia que hasta concluyen en asesinatos. ¿Es moralmente correcto apoyar la violencia? ¿Apoyar la muerte? Después se dicen providas y siguen caminando por la vida con sus mil contradicciones. Matando gente. Matándonos, literalmente.

 
Ciertas agrupaciones y personas, bajo la excusa del derecho a libertad de expresión, violentan sin reparo a las personas y agrupaciones LGBT. Nos dicen y hacen con nosotros lo que aprendieron de una cultura machista y homofóbica, y eso va desde no legislar ni aplicar políticas públicas para las personas LGBT, hasta gritarnos algunas que otras palabrotas en la calle (porque uno es más macho cuando rechaza, ridiculiza y violenta lo que es ‘’femenino’’ y mejor cuando es en público).

 

La marginalización incluye las negativas hacia nuestras causas tanto como hacia lo que somos.

Parada, ¿si o no? La respuesta definitiva es si. 
Parada hasta que toda la violencia hacia las personas LGBT termine. Hasta que el mundo comprenda que las personas LGBT somos seres humanos iguales en dignidad y derechos.

Artistas en vivo, feria de artesanías y muchos colores llenaron la Plaza de la Libertad

Con la conducción de la reconocida actriz y vedette Bárbara Cibils, Andrea Valobra, Mothership, Lil'cake Dj, Versión Palma Loma Blues, Fabu, Folklore a la Calle,  y Amado Sarabia compartieron con todos y todas la mejor música para esta celebración del amor y la igualdad. (Ver fotos)

 

Inundar de colores la ciudad gris

‘‘No hay mucho más que decir, aparte de pedir que todas y todos se sumen a la bandera de la diversidad, se sumen a la bandera de la igualdad que es la bandera del arcoíris, y salgamos a marchar una vez al año como siempre hacemos, para inundar esta ciudad gris de los colores que nos representan a nosotros y nosotras’’, dijo Simón Cazal, en la apertura y bienvenida del evento.
  
El reclamo concreto de la Parada fue la igualdad, el amor y los derechos de todas las familias, que responde a una realidad particular para las personas LGBT alrededor del mundo.
 
‘‘...este año tenemos una especial singularidad, el estar afuera, en la calle y representar a la comunidad LGBT, a la comunidad de lesbianas, gais, bisexuales y trans de este país, al salir a la calle, al exigir igualdad de derechos plena, al exigir que se nos trate como ciudadanos y ciudadanas plenas de Paraguay, tiene un especial significado, porque, estamos frente a un escenario en el que a nivel mundial, la gente está super asustada de que los gays, lesbianas, trans, y bisexuales efectivamente seamos iguales al resto’,’ continuó el dirigente.
 
LA MASACRE EN ORLANDO, LA INVISIBILIZACIÓN DE LAS POBLACIONES CLAVE EN LA REUNIÓN DE ALTO NIVEL Y SU DECLARACIÓN POLÍTICA, LA MUERTE DE VARIAS Y VARIOS COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS ALREDEDOR DEL MUNDO, MARCAN SIN DUDA, UN ANTES Y UN DESPUÉS EN EL PANORAMA GLOBAL SOBRE LOS DERECHOS DE LAS LESBIANAS, LOS GAYS, BISEXUALES Y LXS TRANS.

 

‘‘La parada es la oportunidad de encontrarnos, visibilizarnos y sentirnos orgullosos y orgullosas de lo que somos, demostrando valentía amor, alegría y deseos de una sociedad más justa e igualitaria para todos y todas sin distinciones, y celebramos el orgullo de ser mujeres lesbianas. Decimos basta al machismo, a la violencia y decimos si la liberación cultural de las mujeres lesbianas, por todos los acontecimientos ocurridos a nivel mundial, esto hace que salgan a las calles a decir Basta! pero con alegría y amor’’, expresó Mónica Encina, directora de Lesvos.

 

‘‘...Se acaba acá, se acaba con ustedes, se acaba con nosotros, se acaba con nosotras. Les decimos: Basta”, aseveró Simón en un momento de su discurso, minutos antes de salir a marchar.

La criatura ve y quiere

“La criatura ve y quiere”, es una frase célebre que cobró vida más que nunca en redes sociales durante estos meses de rebelión LGBT. La misma es una adaptación paraguaya del afamado fenómeno Ricky no mires, que hace alusión a que cuando las y los niñas y niños ven alguna expresión entendida como gay o LGBT, las y los mismos automáticamente se convierten en uno, una.
  
Este miedo, fomentado por la homofobia y el machismo culturales e institucionalizados, es una excusa adulta (adultocéntrica e irresponsables por lo tanto) que niega a las y los niños el derecho a ser libres y por lo tanto felices. 

  

 
Simón Cazal, antes de anunciar el comienzo de la marcha por las calles de la capital paraguaya, dijo ‘‘...para eso salimos hoy, para eso vamos a marchar, para que todas esas criaturas que ven y quieren, vean y quieran en libertad y no tengan que sufrir lo que nosotros y nosotras hemos sufrido para estar aquí resilientes, felices y sobre todo, iguales al resto, por más que les pese’’.

Monica Encina, por su parte mencionó que “las personas sea la edad que sea quieren ser como son sin ser discriminados y nada más. Muchos mantienen oculto su ser por ese señalamiento. No hace falta ver para querer lo que a uno le hace bien. La educación tiene mucho que ver y deberíamos pensar en una educación sexual para todos y todas y no en "lo que puede hacer una persona LGBT a niños" La sociedad siempre quiere imponer pensamientos, pero estamos quienes luchamos por eliminar las imposiciones y empecemos a ser quienes somos”.
 

 
Estas declaraciones, a la vez de desmitificar los miedos de que las niñas y niños se convierten en personas LGBT, ratifican el compromiso social de la organización con los derechos humanos de las niñas, niños y adolescentes. SOMOSGAY es una organización reconocida como defensora de los derechos de las niños, los niños y adolescentes por la Secretaría Nacional de la Niñez y la Adolescencia en noviembre del 2014 (http://bit.ly/29DHB8S). 

Dijimos basta y salimos a marchar. Y lo vamos a seguir haciendo.

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