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Un beso gay nuevamente en el centro de una polémica que rebrotó las reacciones más conservadoras en las redes sociales. El Sindicato de Periodistas del Paraguay (SPP) lanzó un afiche con un beso entre una pareja de hombres gay instando al gremio a sindicalizarse. Las respuestas no se hicieron esperar y el afiche tuvo que ser levantado.
“La idea era, además de convocar a los compañeros a sindicalizarse (una cuestión bastante difícil en nuestra realidad local), ir más allá de eso. La imagen surgió, y ahí de alguna forma se entendió, por parte de los que estábamos en eso, que había un discurso de inclusión, de tolerancia en la convocatoria, además de ser desafiante en nuestro contexto”, afirma Jimmi Peralta, directivo del Sindicato.
¿Cuál es la relación entre la homofobia y la “sindicatofobia”? “El trabajo, la organización obrera, la discriminación y el todo de la sexualidad son tan transversales en nuestra vidas vidas. La lucha por los derechos humanos, es una lucha de la clase obrera, la lucha por la libertad, la lucha por la democracia es una lucha de la clase obrera. La comunidad LGBTI forma parte en su conjunto de la clase obrera, y su lucha es por una libertad extraordinariamente digna, con la que, a título personal, me siento identificado. De las tantas miradas posibles a eso, las condiciones de trabajo para los miembros de la comunidad LGBTI muchas veces son aún más precarias para el ciudadano "promedio", y eso es muchas veces invisibilizado en la lucha sindical”, explica Peralta.
Un beso gay puso en evidencia los numerosos tabúes que aún persisten en el siglo XXI en Paraguay, entre personas que tienen acceso al internet -y que deberían estar más informadas-. Las reacciones demuestran que no existe gremio ni grupo profesional ajeno a la homofobia. “El gremio de periodistas no está a la vanguardia de la sociedad. Lleva en él todos los prejuicios propios de la sociedad, y hablamos de todos. Entre los comentarios que más me llamaron la atención en las últimas horas se me quedó en la cabeza aquella serie de afirmaciones que decían que la imagen de dos hombres besándose era toda una vergüenza y que daba mala impresión. Y yo solo pensaba en el hecho de que para algunos, un beso generaba vergüenza”, declara el directivo del Sindicato.
Las diferentes luchas por la reivindicación de los derechos humanos estamos unidas. Los colectivos que sufrimos el menoscabo de nuestros derechos, la discriminación, la persecución a la postre estamos identificados unos con otros porque todos postulamos los mismos ideales de igualdad, diversidad, respeto.
La única manera de ganar es trabajando juntos, combinando acciones y esfuerzos. Desde diferentes frentes, unidos en la diversidad, podremos vencer y acelerar el cambio; lograremos una sociedad más justa e igualitaria que refleje la diversidad que hay en ella y con condiciones de vida digna para todos y todas indistintamente.
Con más razón debemos salir a besarnos, debemos echar luz a todo aquello que pretenden esconder y reprimir.
La respuesta para una mejor sociedad es actuar colectivamente. Los movimientos sociales debemos estar unidos. Solo así tendremos fuerza para vencer la discriminación, injusticia y desigualdad.