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Paraguay es uno de los países más desiguales en la región más desigual y entre las poblaciones más afectadas por esta injusticia estamos las mujeres y las poblaciones LGBTI. Nuestro país destaca tristemente por sus feminicidios, embarazos de niñas y adolescentes,  asesinatos impunes a mujeres trans, violaciones correctivas a gays y lesbianas, discriminación institucional y persecución que a diario sufrimos las personas LGBTI.  

 

Los que esgrimen el argumento de la “ideología” de género parten de una ideología: una en donde prima una determinada interpretación de un libro sagrado, donde solamente existe un modelo único de familia en desmedro de otros, en resumen, una que niega la diversidad inherente a la condición humana y que busca mantener la discriminación y violencia institucionalizadas que categoriza a los seres humanos en primera, segunda y tercera clase. Un verdadero dogma que carece completamente de asidero científico.

 

El día de hoy, el ministro Riera emitió declaraciones en consonancia con los discursos reaccionarios refiriéndose al convenio que nuestra organización suscribió con la Dirección General de Educación Permanente del MEC en el 2011 y echando la culpa al gobierno de Lugo, lo cual resalta el tinte partidario y electoralista que reviste ese asunto de exaltación desde los sectores conservadores. El ministro se refirió a supuestos materiales informativos que nuestra organización habría elaborado para el Ministerio: lo irónico es que el mismo MEC desmintió esta situación días atrás. Nuestra organización así mismo resalta que el convenio fue suscrito para erradicar la discriminación basada en orientación sexual e identidad de género en personas jóvenes y adultas.

 

¿En democracia legislamos solo para un determinado sistema de creencias y grupos de personas en desmedro de otras? ¿Cuáles son los valores que en realidad se están defendiendo desde el sector reaccionario? Si se señala desde el Estado que hay familias que valen menos que otras, que hay personas de segunda o tercera categoría, si se invisibilizan la discriminación y la violencia, ¿son estos los valores propios de una democracia basada en derechos humanos o los de una persona verdaderamente ética?

 

El miedo es la raíz de la exaltación de los sectores reaccionarios que buscan imponer un discurso único y totalizador. El miedo anula la capacidad de diálogo, indispensable en la democracia, y por sobre todo, la capacidad de pensar críticamente. Por eso cuando tenemos miedo buscamos figuras paternalistas, discursos simplistas y fantasiosos. No olvidemos también que la violencia se alimenta del miedo y es el miedo el caldo de cultivo de regímenes autoritarios que han provocado hechos fatales en la historia humana.

Exigimos al Ministro Enrique Riera, que haga público los supuestos documentos elaborados en conjunto con SOMOSGAY o en su defecto, extienda una aclaración por la información falsa emitida en su conferencia de prensa de la fecha. Exigimos al Ministerio de Educación y Ciencia, la salvaguarda y garantía de una educación científica, basada en valores democráticos y enmarcadas en derechos humanos, tal como lo dicta la Constitución Nacional. Asimismo, urgimos al Ministerio de Educación y Ciencia que cumpla su responsabilidad, resguardando el bienestar de niños, niñas y adolescentes a su cargo, evitando la presentación de discursos, actitudes y prácticas que les afecten en su libre desarrollo.

SOMOSGAY hace un llamado a toda la comunidad educativa del país, docentes, padres, madres y otros adultos encargados, en frenar los discursos de odio y desinformación, reemplazándolos con información basada en evidencia científica.