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El Centro Comunitario LGBT es finalmente propiedad exclusiva de SOMOSGAY, un hito de empoderamiento sin precedentes en el país. “Lo logramos con mucha voluntad, sacrificio y principalmente convicción de quienes creemos que esta causa debe existir más allá de nuestro tiempo de vida”, fueron las palabras del director ejecutivo de SOMOSGAY, Simón Cazal al comunicar que el último pago de la primera casa propia de la organización ubicada en Independencia Nacional casi Manduvira.
La organización entrega un hogar propio a la comunidad sin ya tener que sortear las vallas que representan alquilar en la capital. Cazal se refirió a la problemática de la tierra en el país que repercute intensamente en las urbes en donde los abusos de los propietarios son moneda corriente y se están agudizando. “Todo nuestro cuerpo legal está diseñado para discriminar hacia quienes no tienen el privilegio de tener un pedazo de tierra y da luz verde a toda forma de abuso por parte de los propietarios. Es peor aún si sos gay, lesbiana, o trans; tenés una triple o cuádruple discriminación por estatus, identidad y expresión de género”, explicó el director ejecutivo.
En Paraguay lo habitual para las personas heterosexuales es seguir viviendo con la familia aún en la adultez, situación que no se da muchas veces con las personas LGBT ya que desde muy temprana edad deben salir de sus hogares, “por una cuestión de supervivencia”, acotó Cazal. Así, ocurre que en el mundo las partes deshabitadas de la ciudad constituyen los lugares de socialización de la comunidad. Es por eso que el centro de Asunción, que lleva sufriendo años de abandono, es el lugar óptimo para un Centro Comunitario. “Nosotros necesitamos por nuestra función social estar cerca de nuestra gente, quedarnos ahí donde nuestra gente está.”
Las experiencias negativas en los comienzos, con construcciones en pésimo estado, alquileres altos, gastos en reparación y maltratos de propietarios, hicieron de la compra de una propiedad un proyecto institucional encarado desde el más alto nivel. La adquisición de una propiedad que estuviera ubicada en una zona de alta concurrencia de la comunidad fue la meta principal de la organización. “Si queremos apuntar a que SOMOSGAY sea sostenible, debe contar con una casa propia y no estar sometido a los caprichos de un terrateniente. No obstante, somos todos obreros. Ninguno tiene plata para comprar una casa, entonces debimos pensar en un proyecto innovador que nos permitiera adquirir la propiedad”. La estrategia para alcanzar la meta fue el empleo de la plusvalía. “Nosotros los obreros con conciencia de clase lo único que tenemos es nuestra fuerza de trabajo, nuestra plusvalía”.
Asi, los gerentes y el director ejecutivo de la organización destinaron una importante cantidad de sus salarios a un fondo semilla que fue acrecentándose con el tiempo. El monto no alcanzó para comprar una casa pero sí para la entrega inicial de una propiedad que lograron adquirir en modo de leasing, un concepto aún nuevo en el país. Tras la entrega inicial, la organización se hizo copropietaria del inmueble y luego de la cancelación del último pago este mes de enero 2017, las instalaciones del Centro Comunitario LGBT son ahora de propiedad completa de SOMOSGAY.
Un Centro propio para todos
El Centro Comunitario LGBT conjuga numerosas funciones abiertas al público en general: es una clínica, un centro de esparcimiento, un cibercafé y un lugar de reuniones, todo gratuito y de libre acceso, decorado amenamente con graffitis.
La clínica Kuimba’e es la primera de su tipo en el país, dedicada a la salud y bienestar del hombre. Los servicios de atención médica, testeo, vinculación y consulta psicológica son sin costo y disponibles para toda la sociedad. De lunes a sábados la clínica, con el apoyo de la fundación AHF, abre sus puertas. Los turnos pueden ser reservados al (021) 495802 e inclusive vía whatsapp (0986) 173200.
Oasis en el centro asunceno
“Este hecho sienta un precedente muy importante para mucha gente”, apuntó el director ejecutivo. SOMOSGAY tiene su primera casa en el 2017 y el Centro Comunitario LGBT finalmente está anclado en el centro de la ciudad como un oasis de esperanza y progreso que espera esparcirse en el resto del país.