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Las personas LGBTI corremos grave peligro en el Paraguay.
Vivimos una triste época de fundamentalismo religioso, intolerancia y odio que sitúa a este país como el más homofóbico de la región y uno de los países más hostiles para las mujeres de Latinoamérica. Los derechos humanos en el Paraguay están en situación de emergencia.
El pasado jueves 5 de octubre el Ministro de Educación y Ciencias mencionaba quemar libros ante la mención de la falacia de la “ideología de género”. El martes 10 de octubre dicha institución emitió un decreto autoritario prohibiendo la enseñanza de dicho concepto, inventado por los sectores conservadores para seguir justificando la violencia y discriminación hacia mujeres y personas LGBTI. Paraguay de esta manera contraría su propia constitución e incumple sus compromisos internacionales para seguir justificando la discriminación, la violencia y los crímenes de odio bajo un término inexistente y anticientífico como es el de la “ideología de género”.
Que el mismo Ministerio de Educación y Ciencias se niegue a brindar una educación sexual científica y laica con perspectiva de género va a contramano de los objetivos de desarrollo sostenible y en contra de las recomendaciones de organismos internacionales como la UNICEF, UNESCO y OMS. El Ministerio de Educación y Ciencias revierte décadas de avances en ciencias sociales, humanidades y ciencias de la salud a nivel mundial para ceder a un concepto pseudocientífico inventado por el fundamentalismo religioso.
Hoy en el Paraguay está prohibido enseñar y aprender acerca de sexualidad y perspectiva de género. Hoy en el Paraguay está prohibido ahondar en las desigualdades y discriminaciones históricas hacia el colectivo LGBTI. Esto no es solo un retroceso académico propio de la Edad Media; esta situación por sobre todo impacta negativamente en las vidas humanas. Los crímenes de odio, el bullying y la violencia son consecuencias nefastas de esta promoción de la homofobia. Las personas LGBTI estamos cada vez más indefensas ante un segmento que hace apología del delito afirmando que ‘’la discriminación es buena’’.
Como consecuencia de esta promoción de la discriminación, mujeres trans fueron atacadas hace pocos días, así también, nuestro país tristemente destaca por su homofobia, machismo, alta tasa de feminicidios, embarazos de niñas, violaciones, violencia intrafamiliar. Paraguay está en una verdadera emergencia y padece de notorios atrasos con relación a la región: nuestro país se ha convertido en un enclave fundamentalista de Medio Oriente en Sudamérica.
Desde SOMOSGAY nos unimos a la acción promovida por Amnistía Internacional y a otras organizaciones por los derechos humanos.
Urgimos a la ciudadanía a tomar acción inmediata para lograr un Paraguay sin discriminación ni violencia ni muertes firmando la petición de Amnistía:
Hacemos un llamado a la comunidad internacional para contribuir a velar por los derechos humanos en Paraguay.
En SOMOSGAY estamos velando permanentemente por los derechos y las vidas de las personas LGBTI en nuestros centros comunitarios y a los teléfonos (021) 495 802 y a whatsapp +595 986 173200.