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Lamentamos y repudiamos profundamente que una casa de estudios de la talla de la Universidad Nacional de Asunción en su coordinación de la carrera de Psicología dé cabida a una “conferencia” sobre “ideología de género”, término falaz sin respaldo científico que es empleado desde sectores reaccionarios para justificar la violencia estructural contra las mujeres y contra las personas LGBTI.
Cabe destacar que la persona al frente de dicha actividad carece de credenciales profesionales y científicas en materia de salud mental y sexualidad como para brindar una conferencia en el recinto de una facultad que forma futuros profesionales en psicología.
Condenamos este terrible retroceso en la academia paraguaya al cobijar no solo la pseudociencia en su seno sino por sobre todo el odio. Vemos con indignación cómo personas advenedizas acceden a estos espacios con el simple objetivo de justificar discriminaciones, discursos de odio además de la violencia sistémica que padecemos las mujeres en general y las personas gay, lésbicas, bisexuales y trans.
Resaltamos cuán grave es este hecho ya que es nada menos que la salud humana y la vida de las personas la que están en peligro al dar un espacio y respaldo académico a una persona cuyas declaraciones solo fomentan el odio, la discriminación, la violencia y el machismo con argumentos apoyados en fantasía y conspiración, no en estudios rigurosos propios de una formación profesional seria.
Albergar una “conferencia” de este tenor es ser promotores e incitadores de la violencia, la injusticia y la discriminación imperantes en nuestra sociedad. Ceder espacios tan delicados que conciernen a la formación de profesionales encargados de proteger la salud y la vida de las personas a oradores sin formación ni autoridad en la materia, no es solamente un condenable acto de irresponsabilidad e incompetencia sino que hasta puede considerarse criminal.
La mala praxis en el ámbito de la salud puede tener consecuencias fatales. Cotidianamente lamentamos la muerte de jóvenes y adultos LGTBI empujados a ella por actitudes como las promovidas en este evento. Esto, sumado a la ausencia de políticas públicas que atiendan esas necesidades, agrava la difícil situación en la que las personas LGTBI sobrevivimos actualmente.
Al tratarse de una universidad pública, solicitamos sanción ejemplar para los responsables de haber cedido este recinto para una actividad de este tenor. Así mismo, instamos a que este espacio académico, al cual las personas LGBTI también contribuimos en su financiamiento, esté destinado a temas y profesionales debidamente acreditados y con enfoque basado en las actuales normativas internacionales y científicas.