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En SOMOSGAY y LESVOS también paramos porque no podemos quedarnos callados ante los feminicidios, la violencia de género, los embarazos precoces, el acoso sexual y los diferentes tipos de discriminación que son hechos cotidianos y sistémicos de un país altamente hostil para las mujeres.
Sí paramos porque vivas nos queremos.
Paraguay es el peor país de la región para ser mujer. Las estadísticas en todos los órdenes son alarmantes y resaltan negativamente en la región. En promedio, una mujer es asesinada cada 9 días y medio; 9 de cada 10 de ellas asesinadas por parejas o exparejas. En este 2017 ya 11 mujeres perdieron la vida . El feminicidio o femicidio es el asesinato de mujeres por razón de su género; es decir por ser mujeres.
En Paraguay a las mujeres se nos mata por ser mujeres. Los casos de feminicidio y las denuncias en la Fiscalía han ido en aumento en los últimos años y hoy en pleno 2017, el país vive en una pandemia de asesinatos a mujeres, cis y trans. Resaltamos y recordamos también que hasta el día de hoy desde la caída de la dictadura, existen más de 50 feminicidios sin esclarecer de mujeres trans, colectivo que sufre el embate exacerbado de la violencia machista y LGBTfóbica.
Sí paramos porque a las niñas se las debe proteger y no obligarlas a ser madres.
En Paraguay el embarazo precoz es abrumadora y trágicamente habitual, con niñas que desde los 9 años son obligadas a dar a luz con graves consecuencias en su salud física y emocional. Las respuestas desde el Estado son de extrema crueldad hacia las niñas y adolescentes, quienes además de haber sufrido abusos, deben soportar un Estado que les maltrata y estigmatiza. Cabe recordar en este sentido la lamentable declaración de una representante de la Defensoría del Menor ante un caso en donde la adolescente, víctima de abuso sexual, quiso dar en adopción a su bebé; la funcionaria expresó que desde el Estado tenía la esperanza que se forme el vínculo porque “la maternidad es un instinto tan fuerte y natural de la mujer [...]”
Sí paramos porque el acoso sexual está normalizado y porque se nos culpa a las víctimas
Porque el acoso sexual es una demostración cotidiana de poder que se da en todas las esferas: académica, laboral, doméstica, la vía pública… Un último caso, de incontables, ocurrió en la Universidad Nacional de Asunción. En esta ocasión, irónicamente el fiscal terminó culpando a la víctima del hecho. Otro hecho lamentable, también tristemente frecuente, fue la declaración del Arzobispo de Asunción tachando de hecho indecoroso pero no grave el acoso contra una mujer.
La oración: “ella se lo buscó” está tan trágicamente normalizada, repetida, programada e insertada en el imaginario colectivo. Nos quieren señalar como culpables, porque en el fondo no nos consideran todavía humanas sino que nos ven como cosas. Pero ya no callamos. Hoy las mujeres cuestionamos y reclamamos nuestros derechos como seres humanos y vamos por la igualdad. Porque no importa cómo nos vistamos, si andamos o no solas, de día o de noche, si amamos a un hombre o a otra mujer, igual se nos tiene que respetar.
Sí paramos contra la violencia económica estructural contra las mujeres.
En Paraguay existe una brecha salarial que sitúa a las mujeres en desventaja: las mujeres percibimos el 75% de los hombres, realizamos labores no remuneradas en el hogar, tenemos menos probabilidades de acceder a cargos superiores , además de que las empleadas domésticas son discriminadas por ley al poder percibir solamente el 60% del salario mínimo.