Se remonta ya a más de tres décadas, a finales de los setentas y se puede decir que con más intensidad a principios de los ochentas, justamente cuando el poder dictatorial stronista andaba clausurando medios. Tuve la mala suerte de estar en uno de esos medios que fue cerrado por orden superior en 1985, lo cual nos llevó a una situación de desempleo que hizo que aterrizáramos en un proyecto, junto a empresarios católicos, en Radio Cáritas, y allí nos tomó el golpe del 2 y 3 de febrero de 1989. Luego, he hecho algunas incursiones en prensa escrita, aunque siempre estuve más enfocado en la radio. Casi inmediatamente después de la caída de Stroessner, comencé a hacer televisión, fue en el Canal 13 y a partir de los 90 hasta hoy, sigo haciéndolo. Actualmente soy conductor de noticiero en Canal 4.
Sí, naturalmente… Sobrevivimos a un sistema dictatorial, con todas sus limitaciones, a la libertad de prensa y a la libertad de expresión en general, una experiencia muy dolorosa y al mismo tiempo muy importante para poder entender la importancia de la libertad, fundamentalmente como un ambiente propicio para ser creativos, ya que en tiempos de dictadura en prensa, uno se enfoca en combatir contra el sistema y eso no te permite visualizar otros campos asociados con la libertad en el sentido de ser creativos y ocuparse de otros temas que afectan a la sociedad paraguaya.
En cuanto a la libertad de prensa se puede decir que implica necesariamente libertad de expresión, pero en algunas oportunidades eso no siempre es así. Muchas veces se dan limitaciones en el ejercicio de la libertad de expresión en el marco del periodismo empresarial, y uno acepta o no esas condiciones. Hay temas sensibles que pueden afectar unidades económicas, intereses particulares, políticos o empresariales; es una lucha permanente en el sentido de que uno tiene sobre la mesa la posibilidad de saber cómo hacerlo. Entonces, surge la posibilidad, dentro de un ambiente de libertad de expresión, de ser creativo y saber presentar la noticia sin herir ninguna “sensibilidad”.
La Internet ha sido una irrupción importante en la forma en que se transmite la información, el modo en que la y el ciudadano pueden sentirse protagonistas, realmente, de la creación, pueden crear su propia información, compartir también esa información y pone a prueba a las empresas organizadas para poder trabajar en el campo del periodismo y entonces hay un mayor control de los que hacemos los comunicadores profesionales que estamos en los medios.
Naturalmente, al paso de estos tiempos, nos dimos cuenta que en todas las cosas, los extremos a veces causan dificultades: en las redes sociales de repente aparecen campañas montadas por personas con perfiles falsos y que son funcionales también a intereses políticos o a intereses económicos y entonces necesitamos nuevamente el tamiz ese que pueda hacer que la gente visualice qué cosas están ocurriendo en la red que pueden ser ciertas o que pueden estar intencionadamente volcadas a crear algún tipo de desequilibrio sobre algunos temas o en algunos sectores, etc. Es cuestión de saber leer, particularmente soy un hombre que me apego a la libertad.
La libertad es para mí fundamental, termina donde comienza el derecho del otro, esa es mi única limitación. Creo que uno debe ejercer su libertad en la medida en que no vaya a afectar los intereses de una persona.
Todo es gradual y no creo en las medidas que vengan a imponer una agenda pública, porque nada en la sociedad paraguaya resultó fácil de digerir y va a seguir siendo así. Yo creo en la gradualidad, y en cuanto a los espacios ganados gracias a las redes sociales, es algo que ha sobrepasado tremendamente a los medios convencionales: no pueden detener esta avalancha de información y uno lo utiliza como un instrumento y obtiene también una cabida importante.
A mí me parece un gran logro la expansión que ha tenido la internet, de un 70 % en el país, y eso es demasiado importante. Si no lo hacen los medios tradicionales, los medios alternativos lo van a hacer.
En el mismo sentido en que comenté, creo en la gradualidad. Yo creo que una sociedad impactada por la irrupción de todas estas cosas, todavía se resiste a ese tipo de análisis. En la medida en que haya una comprensión, hasta te diría alguna comparación con otras sociedades, respetando las características de la nuestra. En la sociedad paraguaya se va a ir tomando conciencia sobre la importancia de debatir sobre estas cuestiones.
Yo no sé si la normativa paraguaya va a avanzar en el reconocimiento en este punto, para mí, polémico, como el de la adopción. Y creo que va haber todavía dificultades porque esta es una sociedad resistente. En cuanto al matrimonio me parece que hay más posibilidades.
Soy un hombre propenso a proponer permanentemente a la sociedad un debate sobre la libertad y los derechos, y me apego a eso, apegado a la dictadura de la Ley. La Ley no todas las veces es justa, pero propongo debatir permanentemente y no crear artificialmente barreras que no existen.
En tanto no afecten a mi libertad y a mi derecho de transitar libremente, desenvolverme libremente, por qué tengo que impedir que otros tengan acceso a la misma libertad y a tener las mismas condiciones para trabajar, para desarrollarse, para tomar conocimiento de las cosas que hay?
Yo no tendría que ser un causal de discriminación, lo repruebo: sin duda, no debería ser un impedimento.
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